contador de visitas Necrópolis de Alcaide. Antequera (t.m.)
Antequera

Necrópolis de Alcaide (t.m.)

Volver al InicioTodas las Rutas. AntequeraRuta de la PrehistoriaRuta de la Prehistoria. AntequeraRuta de las ReligionesRuta de las Religiones. AntequeraConsultar la Ruta de los CementeriosRuta de los Cementerios. AntequeraRutas por MunicipiosIr a Todas las RutasDirectorio1Directorio 2BibliografiaDiccionarioContactar con el Administrador


Foto 1En 2024 la Universidad de Málaga publicó un compendio de todos los conocimientos que hasta ese momento se tenían de la Necrópolis de Alcaide, elaborado y coordinado por los arqueólogos Ignacio Marqués Merelo, Teresa Aguado Mancha y José Enrique Márquez Romero (r.p.: 014), lo que me ha facilitado en extremo la elaboración de la presente ficha.

No es rutina contar con una recopilación del saber entorno a un monumento megalítico, o conjunto de ellos, con la profundidad, análisis y verificaciones suficientes como para poder ofrecerle al lector una información extensa y cierta sobre este tipo de patrimonio, por lo que tanto la suerte como el trabajo de búsqueda se han aliado conmigo en esta ocasión para poder ofreceros una panorámica sobre esta Necrópolis de Alcaide, paradigma de las tumbas prehistóricas de hipogeo y con corredor.

Foto 2A mediados del IV milenio a.C. se inicia en el sur de la península ibérica, como en gran parte de Europa central y occidental, un complejo proceso de monumentalización del paisaje que se conoce como megalitismo (Márquez, J.E. y otros; r.p.: 014; pág. 145).

Una de las variantes de este megalitismo son los llamados hipogeos, que se podrían definir como una estructura excavada en el subsuelo y compuesta por una zona de acceso lateral, en ciertos casos considerados como auténticas antecámaras, y una cámara funeraria normalmente abovedada y de planta circular (Márquez, J.E. y otros; r.p.: 014; pág. 146). También se les conoce como cuevas artificiales (Mata, E.; r.p.: 014; pág. 63)

Foto 3Los hipogeos más antiguos conocidos hasta el momento en el sur de la península ibérica se localizan en el Bajo Alentejo (sur de Portugal) (Márquez, J.E. y otros; r.p.: 014; pág. 146). Los primeros enterramientos presentan solo uno o dos individuos, lo que se ha reconocido como la continuación de la tradición del Neolítico Medio (Márquez, J.E. y otros; r.p.: 014; pág. 147). No obstante, a lo largo de toda la segunda mitad del IV milenio las deposiciones tienden a hacerse colectivas, a modo de osarios (Márquez, J.E. y otros; r.p.: 014; pág. 147). En el tránsito del IV al III milenio, e inscrita en lo que se ha denominado Calcolítico Inicial, la construcción de hipogeos será norma en otras regiones meridionales (Márquez, J.E. y otros; r.p.: 014; pág. 148). Desde finales del IV milenio y hasta avanzado el III milenio (2200 aprox.) se construyeron hipogeos funerarios por todo el mediodía peninsular (Márquez, J.E. y otros; r.p.: 014; págs. 148 y 149). Los enterramientos seguirán siendo colectivos, configurando osarios resultado de depósitos sucesivos (Márquez, J.E. y otros; r.p.: 014; pág. 149). Su reutilización continuará, como veremos para la necrópolis que nos ocupa, hasta casi los últimos siglos del II mileno a.C. (Edad del Bronce).

Foto 4El descubrimiento de la necrópolis de Alcaide se produjo a finales de 1942 por los propietarios del terreno, haciéndose público en 1943 (Márquez, J.E.; r.p.: 014; pág. 16). Simeón Giménez Reyna (1905-1967), Comisario Provincial de Excavaciones Arqueológicas, se encargó del estudio de la necrópolis (Márquez, J.E.; r.p.: 014; pág. 18). Fue en 1976 cuando los profesores Ignacio Marqués Merelo y José Enrique Ferrer Palma (del que fui alumno), de la Universidad de Málaga, continuaron las excavaciones, llegándose, al finalizar la campaña, a tener conocimiento de la existencia de 11 tumbas (Márquez, J.E.; r.p.: 014; pág. 25).

Foto 5En el estudio publicado en 1983 sobre los resultados de estas excavaciones ya se propuso por primera vez una cronología calcolítica, con la reutilización, tras una larga interrupción, de las tumbas, en la Edad del Bronce (Márquez, J.E.; r.p.: 014; págs. 26 y 27). En 1986 se retomaron las excavaciones, descubriéndose cinco nuevos hipogeos, en dos de los cuales se recuperaron los restos óseos de 32 y 15 individuos respectivamente (Márquez, J.E.; r.p.: 014; págs. 27 y 29). En la campaña de 1987 se documentaron otros cinco nuevos enterramientos, llegando a un total de 21 (Márquez, J.E.; r.p.: 014; pág. 30). En la última campaña de 1990 se excavaron tres sepulcros ya conocidos, descubriéndose dos fosas de enterramiento de forma aproximadamente circular, distintas al modelo sepulcral mayoritario en la necrópolis (Márquez, J.E.; r.p.: 014; págs. 30 y 32). Los restos óseos hallados responden a sucesivos enterramientos que fueron alterados por los siguientes depósitos funerarios y por acciones intencionales de limpieza (Jiménez Brobeil, S.A.; r.p.: 014; pág. 89).

Foto 6Así pues, la Necrópolis de Alcaide consta de 21 sepulcros tipo hipogeo y dos fosas. Desde un punto de vista formal, todos los hipogeos coinciden en la configuración general de sus espacios, presentando un acceso desde el exterior a modo de corredor, diferenciado de la cámara funeraria (Mata, E.; r.p.: 014; pág. 64). Esta puede presentar uno o varios espacios adosados a modo de nichos o camaritas (Mata, E.; r.p.: 014; pág. 64). La longitud total de los hipogeos descubiertos en la necrópolis, incluyendo corredor y cámaras, oscila entre un máximo de 7,16 metros y un mínimo de 1,20 metros (Mata, E.; r.p.: 014; pág. 68). En cuanto a las puertas de acceso a la cámara constituyen uno de los elementos constructivos más distintivos, ya que destacan por estar bien definidas, al presentar, en mayor o menor medida, una cuidadosa realización y acabados en la zona de los dinteles y jambas (Mata, E.; r.p.: 014; pág. 68).

Foto 7El tránsito a la cámara no siempre es directo, sino que ocasionalmente presenta un espacio previo, generalmente estrecho y alargado (Mata, E.; r.p.: 014; pág. 70). Aquella, ya en el interior de la roca, suele tener una morfología con tendencia prácticamente circular, o bien ovalada o elíptica (Mata, E.; r.p.: 014; pág. 71).

En las cámaras se adosan otros dos tipos de espacios menores: por un lado las camaritas, donde se aprecia la existencia de una puerta, y por otro los nichos que forman un simple hueco (Mata, E.; r.p.: 014; págs. 72 y 73).

Estos patrones arquitectónicos son comunes en el hipogeismo del sur de la península ibérica desde finales del IV milenio a.C. hasta bien avanzado el III milenio (Mata, E.; r.p.: 014; pág. 64), sin que se muestre una evidente intención de crear unos hipogeos considerablemente más grande que otros (Mata, E.; r.p.: 014; pág. 74).

En base a las dataciones radiocarbónicas disponibles a la fecha del estudio en el que nos basamos (2024), la utilización de la necrópolis como lugar de enterramiento tuvo lugar durante un extenso período que comienza en la Edad del Cobre, probablemente en la transición del segundo al tercer cuarto del III milenio a.C., extendiéndose hasta el Bronce Final, al último cuarto del II milenio a.C. (Milesi, L. y otros; r.p.: 014; pág. 102).

Foto 8Dentro de este intervalo hubo dos momentos de mayor o menor actividad funeraria, así como un intervalo de tiempo de abandono del lugar (Milesi, L. y otros; r.p.: 014; pág. 102). Concretamente, un primer uso en torno a mediados del III milenio a.C. (Edad del Cobre), y uno segundo en dos momentos del II milenio a.C. (Edad del Bronce) (Milesi, L. y otros; r.p.: 014; pág. 102): en la primera mitad del milenio y durante los últimos siglos del mismo (Milesi, L. y otros; r.p.: 014; pág. 103). Es posible que no todos los hipogeos se construyeran durante la fase calcolítica, sino que pudieran haberlo sido durante la segunda (Bronce), lo que significaría una continuidad en momentos históricos diferentes (Milesi, L. y otros; r.p.: 014; pág. 103).


Bibliografía consultada. En Ruta de la Prehistoria, ver: (014)
Referencias de texto: Ruta de la Prehistoria: (r.p.)

Cómo llegar.
No es fácil. Tiene su complicación y cierto riesgo. Hay que ir campo a través, y en algunos lugares cercanos se practica la caza legal. La gente del lugar es amable y ayudan a encontrar la necrópolis. Te adjunto un pantallazo, así como el enlace, con información facilitada por senderistas, a través de la página de wikiloc.
ruta senderista a la necrópolis

Museografía. Conservación. Didáctica. El yacimiento se encuentra completamente abandonado. No son visibles todas las tumbas, entendemos que porque o bien los arqueólogos las han recubierto para protegerlas, o porque se han ido colmantando de tierra, o ambas. No lo sabemos. Lo que sí es cierto es que el lugar no posee vaya perimetral, ni información alguna de tipo arqueológico. Tampoco se facilita un teléfono, correo u otro medio, por el que el ciudadano pueda denunciar a la autoridad competente cualquier acto de vandalismo o de deterioro del yacimiento, como sí existe en otras comunidades autónomas.

Ubicación (Google Earth©):
Coordenadas U.T.M. Grados, min., seg. Grados decimales. Grados, min.decim. Sist. militar de referencia por coordenadas.
30 S
368452.40m E
4116596.51m N
37º11'11.61'' N
4º28'55.36'' O
lat. 37.186557º
long. -4.482044º
37º11.193' N
4º28.923' O
30SUG6845216596

Ubicación en googlemaps©:
fotografía aérea
 

Terminado, incorporado a la página y subido a la red el 10/11/2025. nº 794. vecmálaga©

SUBIR